- Jerónimo Ors, farmacéutico y director de la firma de cosmética botánica Cosméticos Paquita Ors, nos invita a descubrir los beneficios de este tesoro amazónico para experimentar una transformación en la rutina de belleza
En lo profundo del Amazonas, en la zona de Colombia, se encuentra un tesoro natural que está captando la atención de los especialistas del cuidado de la piel en todo el mundo. Se trata del aceite de cacay, obtenido de las almendras comestibles del fruto de Caryodendron orinocense, conocido como el cacay.
Este aceite está comenzando a ganar una reputación impecable en el sector cosmético, debido a su capacidad para reparar la barrera de la piel y mejorar su hidratación, convirtiéndose en un producto estrella en el mundo de la cosmética natural.
“Los aceites vegetales han sido utilizados durante siglos en rutinas de cuidado personal, y este, en concreto, se destaca por su proceso de extracción en frío, que permite mantener intactas sus valiosas propiedades”, explica Jerónimo Ors, farmacéutico y director de Cosméticos Paquita Ors, firma de cosmética natural pionera en España en la utilización de este aceite.
Uno de los aspectos más notables del aceite de cacay es su composición, que le hace destacar en comparación con otros aceites populares. Incluye ácido linoleico, un ácido graso esencial implicado en las defensas, que el organismo no puede sintetizar y necesitamos obtenerlo a través de la dieta; vitamina A; vitamina E; fitoesteroles y escualeno, un lípido fundamental en la estructura de la piel que nos ayuda a protegerla.
“Contiene dos veces más de ácido linoleico que el aceite de argán, dos veces más de vitamina A que el aceite de rosa mosqueta, mismo contenido en escualeno que el aceite de oliva, y un alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados, fundamentales para evitar la oxidación de la piel”, indica Jerónimo Ors.
Usos versátiles para conseguir una piel radiante y saludable
Desde Cosméticos Paquita Ors, donde acaban de lanzar al mercado un producto de aceite de cacay 100 % puro, afirman que este aceite ha demostrado ser beneficioso en una amplia gama de aplicaciones para la piel: en estados alterados de la piel, porque gracias a su poder de regeneración ayuda a mejorar problemas como la dermatitis atópica o la psoriasis; en el tratamiento de quemaduras, ya sean por calor o láser; en el alivio de lesiones cutáneas en bebés; para reducir de forma significativa las cicatrices, etc.
Asimismo, de acuerdo con los estudios de eficacia realizados por el laboratorio alemán Derma Consult, mejora la elasticidad un 32 %, la hidratación un 48 % y la firmeza de la piel en un 36 %.
Sus propiedades se traducen también en múltiples beneficios para el cabello, al fortalecer los folículos capilares reparando el daño; y para las uñas, fortaleciéndolas y embelleciéndolas.
“Este aceite está destinado a revolucionar el cuidado de la piel y el cabello, ofreciendo una solución natural y efectiva para mantener una apariencia saludable y rejuvenecida”, concluye Jerónimo Ors.
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