- Jerónimo Ors, farmacéutico y director de la firma de cosmética botánica Cosméticos Paquita Ors, nos da una serie de recomendaciones para aliviar las molestas alteraciones que produce el estrés en nuestra piel en época de exámenes
Durante los periodos de exámenes, el cuerpo humano experimenta un aumento significativo en los niveles de estrés, desencadenando la liberación de cortisol, una hormona asociada con la respuesta al estrés, produciendo distintos efectos adversos en la piel. «La piel es un reflejo de nuestra salud emocional y física; cuidarla es una forma de cuidarnos a nosotros mismos en todos los niveles”, explica Jerónimo Ors, farmacéutico, experto en el cuidado de la piel y director de la firma de cosmética botánica Cosméticos Paquita Ors.
Muchas personas ignoran que uno de los órganos que responde antes al estrés y de forma más intensa es la piel. Y es que, en nuestra epidermis hay una serie de terminaciones nerviosas, llamadas corpúsculos, que se ocupan de escanear y comprobar todo lo que nos rodea. Están los corpúsculos de Meissner, que detectan el tacto suave y el dolor; los de Krause, que se ocupan del frío; los de Ruffini del estiramiento y el calor; los de Pacini de la presión y las vibraciones, y finalmente los de Merkel de la presión y el tacto sostenido.
Así, estamos impresionantemente dotados para registrar y valorar lo que nos rodea y lo que está en contacto con nosotros. Toda esta información que detectan los corpúsculos es enviada al cerebro, que se ocupa de procesarla y tomar las medidas adecuadas. Si hace demasiado frío, el cerebro ordena que nos abriguemos o pone en marcha mecanismos para mantenernos calientes. Si algo afilado nos está presionando, nos retiramos para que no nos hiera.
Sin embargo, todo este torrente de información que circula entre la piel y el cerebro puede cortocircuitarse o alterarse. La vida sedentaria, la mala circulación y el estrés pueden ocasionar alteraciones y desafinar todo este complejo sistema.
¿Qué ocurre si se altera nuestro sistema sensorial?
Según Jerónimo Ors al alterarse nuestro sistema sensorial “bajan las defensas, podemos contraer pequeñas infecciones como acné, caspa o infecciones víricas”. “Además, notaremos la piel más sensible, tensa y con sensaciones de incomodidad. En general, la epidermis tendrá un aspecto envejecido y apagado”, añade.
“El problema es que hoy en día el cortisol se libera de una forma lenta y mantenida, como por ejemplo en un periodo de exámenes. Este aumento de la tensión emocional sobreengrasa la piel y baja las defensas. La consecuencia es una piel más seborreica, es decir, con más nutrientes que son aprovechados por las infecciones y, al mismo tiempo, menos capacidad de defendernos de ellas”, indica Ors.
Jerónimo Ors aconseja seguir estas recomendaciones para prevenir estas molestas alteraciones cutáneas en época de exámenes:
- Cuidar la dieta, incrementando la proporción de verduras y alimentos frescos, particularmente la zanahoria por su contenido en vitamina A y los cítricos por su riqueza en vitamina C. Estos alimentos ayudan a modular nuestras defensas y, por consiguiente, a luchar con eficacia frente al estrés y las infecciones.
- Reducir los estimulantes como el café, el té, la Coca-Cola y el cacao, un asunto difícil en esta época de esfuerzo y tensión.
- Evitar la comida rápida por su alto contenido en grasas saturadas.
- Usar los cosméticos adecuados para así ayudar a los jóvenes y adolescentes a que las semanas de tensión no supongan un deterioro para su piel. “Es muy útil usar cremas que contengan activos como la raíz de regaliz o la canela por su efecto desengrasante, o vegetales como la mimosa, la caléndula o la rhodiola por su capacidad calmante. Una de las plantas más interesantes por su actividad comprobada y medible es la Tephrosia purpurea, porque aplicada a la epidermis reduce el cortisol en la piel. Esta batería de productos conseguirá que el estrés y el cansancio no repercutan en la piel, y disfrutemos de unas vacaciones con una piel estupenda”, concluye este farmacéutico.