La directora de la escuela internacional Wild Code School Madrid realiza una radiografía de las profesiones del futuro, esencialmente aquellas relacionadas con la tecnología.
- Según informes, los empleos emergentes con mayor proyección de futuro son: Analista de datos, desarrollador de software, experto en Ciberseguridad, especialista en Usabilidad, Robótica, Impresión 3D, gestor de la nube y experto Big Data.
- Con la reciente aparición del 5G aumenta la demanda de profesionales con formación en competencias digitales
- En el 2030 la mayor parte de las trabajos estarán ligados a la tecnología, en contraste con la tendencia general de los estudiantes, que continúan formándose en gran medida en profesiones que desaparecerán
Madrid, 01 de agosto de 2019– Para examinar el cambio en el mercado laboral no es necesario imaginar el futuro, tan solo observar las nuevas dinámicas del presente. En los últimos años hemos sido partícipes del giro en un mundo analógico hacia la transformación digital y las nuevas tecnologías. María López-Obrero, directora de la escuela de programación internacional Wild Code School, explica que el mapa de empleabilidad de cara a 2030 difiere significativamente del modelo establecido hasta el momento. Además, existe una gran preocupación en cuanto a la formación de competencias digitales de los jóvenes, que todavía se forman en profesiones que estarán abocadas a desaparecer, según recientes informes.
Para María López-Obrero los jóvenes aún no se están formando en profesiones que se llaman del “futuro”, pero que deberíamos denominar del “presente”, ya que «se desconocen las profesiones que surgirán con seguridad. Sin embargo, creo que es importante hablar de habilidades o capacidades que se pueden adquirir para acceder a profesiones digitales, más que de profesiones en sí. Por ejemplo, la programación con diferentes lenguajes, como Java, es una capacidad. Lo importante es que un profesional sea capaz de reciclarse por sí solo, aprendiendo nuevas habilidades o asistiendo a cursos».
Los sectores más prometedores a corto plazo son las tecnologías de la información, los servicios financieros, la sanidad pública y el sector público, la industria, los recursos y energías naturales y la digitalización. Asimismo, tras analizar estos datos, la radiografía que hacen desde la escuela de programación los empleos emergentes con una demanda laboral creciente son:
- Analista de datos: El Data Scientist o analista de datos, archiva, analiza y organiza la información de la red. Extrae dicha información para ponerla al servicio de las diferentes áreas estratégicas de una empresa u organización.
- Desarrollador de software: También conocido como programador, es un especialista en informática que es capaz de concebir y elaborar sistemas informáticos (paquetes de software), así como de implementarlos y ponerlos en marcha con el uso de lenguajes de programación.
- Experto en Ciberseguridad: Se trata de un experto en la seguridad informática de las empresas y organizaciones que nos protege de ciberataques.
- Experto en Usabilidad: El diseñador de usabilidad es el responsable de la relación entre la máquina y el usuario, se encarga de hacer que el producto sea accesible y que cumpla las expectativas de ese usuario.
- Especialista en robótica: El diseño, programación y manejo robótico considerablemente en todos los sectores de cara a los próximos años.
- Ingeniero 3D o técnico en impresión 3D: Especialista en la revolución que cambiará el mundo y nuestra forma de producir incluso alimentos.
Otras profesiones que estarán a la orden del día en los próximos años serán: experto Big Data, Biotecnología, Nanotecnología, gestor de la nube, Experto en Marketing Digital o especialista Banca Digital.
Sin embargo, el interés de los jóvenes por estudiar carreras tecnológicas se ha visto reducido, llegando a caer el número de estudiantes que optan por esta vía hasta en un 40%. En 2018 se estimó que solo en España quedaron 10.000 puestos digitales sin cubrir debido a falta de profesionales capacitados, defiende María López-Obrero, quien además afirma que estos números crecen, y seguirán creciendo cada año, debido a la dependencia económica cada vez mayor de la tecnología.
«Esto se debe principalmente a la lentitud del sistema educativo tradicional de generar programas adaptados con la velocidad necesaria. Para todos estos puestos no es necesario estudiar informática ni título universitario y de ahí se genera el siguiente problema: la población aún cree en la necesidad de títulos, mientras que las empresas se están dando cuenta de que no necesitan profesionales titulados, sino personas que técnicamente sean capaces de resolver problemas y que tengan una actitud de aprendizaje a lo largo de su carrera».
Según la escuela de programación Wild Code School, aproximadamente 1 de cada 5 programadores declara ser autodidacta, de manera que, para esas cuatro personas que no lo son, se precisa una solución formativa de calidad, adaptada, y efectiva. De esta falta de opciones nacen los bootcamps: programas formativos con gran efectividad y mucho más que los antiguos másteres de las escuelas de negocio: duran menos tiempo y las probabilidades de contratación son elevadas.
De esta manera, desde la escuela de programación hacen un llamamiento a todas las personas que están a tiempo de cambiar su futuro, pasando a formar parte de este nuevo mapa de empleabilidad que se muestra cada vez más ligado al sector tecnológico.
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