- Las villas de lujo de ARK Architects se construyen a partir del entorno sobre el que se emplazan, y no al revés
- “En el siglo XXI, lujo y sostenibilidad van siempre de la mano”
Estar a la vanguardia las últimas tendencias en arquitectura y diseño e, incluso, adelantarse a su tiempo con proyectos innovadores que dan respuesta dentro del mercado inmobiliario Premium no es algo que pueda definir a cualquier estudio arquitectónico. La firma internacional ARK Architects, capaz de crear experiencias únicas en sus villas de lujo, lo ha conseguido, como demuestran sus villas ubicadas en zonas exclusivas de la Costa del Sol española que ya son un emblema paisajístico del lugar, como Villa Heaven, Villa Ibiza o Villa Tucana.
Detrás de este estudio, se encuentran grandes mentes creativas, como la de su director creativo y socio de ARK, que tuvo la idea de hacer un tipo de arquitectura tan diferenciadora, innovadora y sofisticada capaz de crear un nuevo concepto en el sector. Se trata de Manuel R. Moriche, el arquitecto de la naturaleza y la luz, que recupera la fuerza de los elementos naturales para dar sentido a sus diseños, siendo los primeros los que determinan los segundos, y no al revés. Sus peculiaridades le han convertido en un verdadero referente de la arquitectura y el diseño Premium de villas que a menudo superan los 2.000 m2. ARK es demandado por cada vez más clientes que buscan construir villas de valor seguro en zonas de Marbella, Sotogrande o La Zagaleta, para muchos, la urbanización más exclusiva de Europa.
Uno de los lemas de Manuel R. Moriche se basa en que: “En ARK Architects no construimos casas, sino que creamos experiencias”, asegura. No en vano cada fase del proyecto está medido en detalle para que quienes habiten esa casa sientan el máximo bienestar, adaptado a sus gustos, estilo de vida, y también al lugar y las condiciones climáticas sobre el que esté emplazado. Sus proyectos cuentan con lo último en realidad virtual, sistemas inteligentes, alta tecnología en seguridad y, además, están construidos en base a un análisis neurocientífico, destinado a conseguir un equilibrio emocional en cada espacio.
La naturaleza del entorno y la luz natural cobran un gran protagonismo en cada uno de los proyectos que el estudio lleva a cabo, especialmente teniendo en cuenta la riqueza de estos que característica a esta zona del sur de España.
“Nuestras villas están concebidas para que las personas disfruten de la pureza del ambiente, la vegetación o el sol, que aportan múltiples beneficios para su bienestar y salud, y otorgamos a la luz natural una posición privilegiada, pues hace que todos los espacios de la casa cobren mucho más valor”, explica Manuel R. Moriche, que no concibe comenzar un diseño sin tener en cuenta las condiciones medioambientales, climáticas o paisajísticas del lugar sobre el que se construye.
En línea con una consciencia social y medioambiental creciente en la sociedad y como parte de la filosofía de ARK, todas las villas son además sostenibles y construidas para lograr la máxima eficiencia energética. De hecho, todas siguen los estándares de la filosofía Passivhaus, que propone un consumo de energía de las viviendas casi nulo. Esto también se logra adaptando el lugar al entorno, aprovechando las especies autóctonas para los proyectos de jardinería y paisajismo, la ventilación natural con el aire puro costero de estas villas, frecuentemente construidas muy cerca del mar, o la construcción de muros de gran grosor para guardar mejor la temperatura. Además, se escogen materiales de la zona y sin adulterar, como maderas sin procesados o piedras. “Los materiales son el medio de expresión arquitectónica, lo que hace posible que las ideas puedan llegar a convertirse en arquitectura”, explica Manuel R. Moriche, para quien lujo y sostenibilidad, en el siglo XXI, “van siempre de la mano”.
“En el ambiente el que trabajamos hay mucha luz natural y estamos rodeados de naturaleza, por lo que una conexión con todos estos elementos es el centro de cada proyecto: ese es nuestro desafío y compromiso”, explica el director creativo. En ARK, la iluminación natural no solo sirve para embellecer los espacios y ganar en ahorro energético, al hacer menor uso de la artificial, sino que además estudian la disposición de las villas para que entre la luz adecuada, sin que produzca deslumbramiento o exceso de temperatura. En el diseño arquitectónico, se tienen muy en cuenta las condiciones de luz natural del entorno para saber qué cantidad de ella les llega, durante las diferentes fases del día, a las estancias, creando así un juego de luces y sombras que facilita la belleza de los espacios tanto interiores como exteriores.
“Estamos hablando de lugares en los que las familias van a pasar muchas horas de su vida. La arquitectura no es construir edificios, es conseguir hacer sentir el máximo bienestar a las personas, que sientan que esas casas tienen mucho de ellos y de su estilo de vida. Arquitectura es también llevarles los beneficios de la naturaleza a su casa, inundarles de iluminación natural que revierta en su salud y su bienestar, embelleciendo sus espacios, integrando el entorno privilegiado dentro de las paredes de su hogar. La arquitectura, tal como la concebimos, debe aunar lo mejor de la tierra, de la naturaleza que está ahí desde siempre con lo mejor del futuro: la tecnología y los estudios que nos hacen posible lograr el espacio idóneo para ellos”, explica Manuel R. Moriche.
En estos edificios, se realiza un pormenorizado estudio para orientar la vivienda, de modo que la luz natural alcanza cada espacio de la casa, permitiendo captación de energía solar en invierno. A la vez, protege del sol a los residentes, para disminuir el uso de sistemas acondicionados. Utilizan energías como: solar, termal, fotovoltaica y otras tecnologías alternativas. Además, cuentan con chimenea solar, a través de los patios de la casa, lo cual permite extraer el calor de las zonas vivideras de forma natural, gracias a la convección del calor.
La jardinería y el diseño de exteriores también ofrece grandes posibilidades. “Conservamos todos el entorno natural y lo aprovechamos dentro del proyecto; cuando tenemos que integrar plantas, utilizamos especies autóctonas que ya están adaptadas al ambiente para reducir la demanda de agua y estudiamos a fondo el paisaje para integrar sus propias características en las viñas, por ejemplo, para filtrar aguas grises y utilizar la lluvia en el sistema de riego de las plantas”, explica Manuel Ruiz, añadiendo que su forma de hacer paisajismo tiende a envolver siempre la arquitectura, generando zonas de sombra naturales y contribuyendo al ciclo del agua, lo que hace que reduzca tanto la radiación directa sobre la casa y que la temperatura del aire entrante disminuya de forma notable.
Gracias a este concepto único, Manuel R. Moriche y su equipo dan respuesta a lo que ellos identifican como los tres valores que vienen pisando más fuerte en el sector de la residencia de lujo: respeto al medio ambiente, elegancia y exclusividad.
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