- El ciclo del crecimiento del cabello, la duración de la luz del día y otros factores externos, entre las razones a las que alude Jerónimo Ors, farmacéutico y director de la firma de cosmética natural Cosméticos Paquita Ors
Madrid, 23 de octubre de 2023-. La caída capilar con el cambio de estación, de verano a otoño, es una de las más alarmantes y llamativas para la mayoría de las personas. De repente, empezamos a encontrar pelos por todos los rincones de la casa, alertándonos e incluso llegando a preocuparnos seriamente. Pero tranquilidad, “la caída del cabello en otoño es algo natural del ciclo de crecimiento del cabello”, explica Jerónimo Ors, farmacéutico y director de la firma de cosmética natural Cosméticos Paquita Ors.
Para poder entender esta afirmación es fundamental conocer que el ciclo de crecimiento del cabello se encuentra dividido en tres etapas:
La primera es la fase anágena y hace referencia a la etapa de crecimiento del cabello. Dura varios años y en condiciones normales, alrededor de un 90% de los cabellos se encuentran en esta fase. La segunda es la fase catágena, un período de transición de 2 o 3 semanas en el que se detiene el crecimiento del cabello y el folículo piloso para de recibir aporte nutritivo. La última es la fase telógena, un período que dura aproximadamente 3 meses. En esta se produce la caída del cabello, el pelo se desprende para ser reemplazado por uno nuevo, es lo que se conoce científicamente como efluvio telógeno haciendo referencia a la pérdida aguda de cabello durante ese periodo.
El experto nos recuerda que, a lo largo de la vida de una persona, cada folículo pasará por unos 25 ciclos de crecimiento, dando lugar a unos 25 cabellos. Después, en ese folículo ya no crecerá ningún cabello más.
“Como hoy en día conocemos bien el mecanismo del ciclo capilar, sabemos qué activos botánicos aplicar. Desde bioflavonoides como la hesperidina que impide la oxidación de las células a substancias como la raíz de regaliz que detienen a las hormonas perjudiciales para el cabello, pasado por activadores de la circulación que aportan oxígeno a las células de la raíz como la amni visnaga”, revela.
Asimismo, la duración de la luz del día (fotoperiodo) influye en nuestros ritmos circadianos, a través de la vía tópica y del sistema neuroendocrino, alterando la secreción de melatonina, prolactina y otras sustancias que modifican el efluvio telógeno fisiológico. Esto significa que la caída capilar está naturalmente ligada a las estaciones del año y, por lo tanto, existen períodos en la que se acentúa. Los equinoccios (primavera y otoño) son fases telógenas (caída capilar), mientras que los solsticios (verano e invierno) son anágenas (formación de nuevos cabellos). De esta forma, en primavera y otoño se produce una caída estacional del cabello.
¿Por qué en otoño se nos cae más que en primavera?
“Al ciclo normal del cabello también tenemos que añadirle factores externos, que pueden sumar a dicha caída como es el daño solar que ha recibido nuestro cuero cabelludo en verano, el cloro, la sal, la humedad constante, el estrés de la vuelta de vacaciones, el cansancio, etc”, indica el director de Cosméticos Paquita Ors.
Algunos de estos factores pueden estimular la caída capilar al favorecer un proceso inflamatorio en el folículo piloso. También puede deberse a la falta de aporte de nutrientes al folículo como consecuencia de una mala alimentación.
No obstante, es importante distinguir esta caída fisiológica del cabello de la caída patológica o alopecia. La alopecia provoca una mayor caída capilar y, aunque puede darse en otoño, no está relacionada con ninguna época del año.
¿Cuándo alarmarse y acudir a un especialista?
“Si esta caída perdura en el tiempo, o no coincide con ningún cambio de estación, es hora de acudir a un especialista”, concluye. Y es que, hay que tener en cuenta que el pelo es un ecosistema muy frágil que puede verse muy afectado por otros factores como el estrés, la mala circulación, la dieta o los cambios vitales.
Cosméticos Paquita Ors lleva más de 35 años cuidando el cabello de las personas mediante un tratamiento personalizado y un seguimiento del cliente. Para ellos, hacer uso de unos productos muy activos y saber tratar a tiempo el problema son las claves para tener una gran eficacia asegurada.
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