Con motivo del Día Nacional de la Persona Obesa, desde Nutribiótica, compañía especializada en microbiota, nos sugieren algunas prácticas para enfrentarse a esta cuestión
Cada 14 de diciembre se celebra, en España, el Día Nacional de la Persona Obesa, una ocasión destacada para sensibilizar y crear conciencia sobre la obesidad como una enfermedad metabólica. Y es que, alrededor de 2.000 millones de individuos en el mundo presentan exceso de peso, de los cuales 650 millones sufren de obesidad, cifra que ha triplicado desde 1975. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el año 2035, aproximadamente uno de cada cuatro habitantes del planeta, es decir, 1.9 mil millones de personas, padecerá obesidad. En el caso de España, de acuerdo con datos proporcionados por el Observatorio Global de la Obesidad, el 37.8% de los adultos supera el peso recomendado, mientras que el 16% padece obesidad.
Sobre esta cuestión y la importancia de ponerle remedio nos han alertado los profesionales de Nutribiótica, compañía especializada en microbiota. “La microbiota y los problemas relacionados con el metabolismo, como la diabetes, la obesidad o la resistencia a la insulina, han demostrado estar íntimamente relacionados”, afirman.
Para fundamentar esta información dicha compañía realizó un estudio en colaboración con la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y la Clínica Garcilaso a 20 pacientes con sobrepeso con el objetivo de analizar cómo cambiaba su peso, su cuadro clínico y la composición de su microbiota al añadir un probiótico, a una serie de pautas comunes nutricionales y de estilo de vida.
Durante un periodo de 10 semanas, se solicitó a los participantes adoptar una serie de hábitos de vida como parte del estudio. Iniciaron una dieta hipocalórica, basada en las recomendaciones de la alimentación mediterránea, destacando el consumo de frutas y verduras. El aceite de oliva fue establecido como la principal fuente de grasa, y se les aconsejó realizar entre cuatro y cinco comidas al día, excluyendo el consumo de alcohol. Además, se les instó a realizar ejercicio diario, enfocado en al menos una hora de caminata intensa cada día. Estas dos recomendaciones fueron seguidas de manera rigurosa por los 20 participantes.
Sin embargo, a 10 de ellos se les suministraron, además, dos cápsulas de un probiótico humano de IV Generación formulado con cepas específicas para personas con problemas de peso y obesidad. El objetivo era evaluar el impacto de este probiótico, compuesto por dos lactobacilos (Lactobacillus plantarum LP115 y Lactobacillus acidophilus LA14) y una cepa de bifidobacterias (Bifidobacterium breve B3), y comparar los resultados con los otros 10 participantes que siguieron solo la dieta y el ejercicio.
Los resultados del estudio revelaron datos sumamente interesantes y alentadores, respaldando la evidencia del impacto positivo al modular la microbiota. Gracias a la administración de este probiótico, el grupo que lo incluyó en su tratamiento logró una pérdida de peso un 40% mayor en comparación con el grupo que solo siguió la dieta y el ejercicio.
“Con motivo de la celebración del Día Nacional de la Persona Obesa, queremos volver a hacer hincapié en la importancia de llevar un estilo de vida saludable y en cómo la administración de determinadas cepas probióticas, siempre pautadas por una profesional de la salud, pueden ayudarnos a hacer frente a una cuestión tan preocupante como es la obesidad”, concluyen desde Nutribiótica.
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